Estamos ante una obra cumbre del ensaladillismo creativo. A primera vista la ensaladilla se presenta bien mayonesada y dentro de los parámetros de una ensaladilla de tipo cilíndrico o cilindroensaladilla, según la clasificación que establece el Colegio Oficial de Tapatólogos en materia de ensaladillas (consultar aquí), pero la sorpresa está cuando pasamos  a la fase gustativa y…oh sorpresa, debajo de la mayonesa, una especie de alioli muy sutil, no hay papas cocias, sino chocos cocidos en un punto de cocción que roza, buena roza, no, la logra plenamente, la perfección.

Esta ensaladilla es lo que los finos llamarían un «trampantojo», pero como nosotros somos de poco pamplinismo diremos que los chocos se disfrazan en esta tapa de papas cocias, logrando un 10 en caracterización.

El plato es de esos fáciles de comer. La ensaladilla, con sus buenos trozos de langostinos (estos sin disfrazar) lleva pocos ingredientes, vamos, los chocos tiernos, la mayonesa ligeramente aromatizada con ajo y los langostinos pelados…y ya está.

German Cava Montoya el cocinero autor de esta obra destacada del ensaladillismo señala que creó la tapa hace unos 9 años: «Probé una ensaladilla de chocos y se me ocurrió esto. Desde entonces es un plato fijo en nuestro establecimiento y es muy demandada».

La siven en tapas a 3 euros o en plato a 14. Los precios corresponden a marzo de 2018.

Bernardina Benitez y Germán Cava, los propietarios de Casa Curro Montoya. Germán es el autor de esta ensaladilla de chocos. Foto: Cosasdecome.

El descubrimiento pertenece a la ciencia de:

Ensaladillismo: Ciencia tapatológica dedicada al estudio (y disfrute) de la ensaladilla en todas sus manifestaciones amayonesadas. Si quiere saber más sobre esta ciencia pulse aquí.