En 1988 se fundó este templo de la cocina hispalense situado en el límite de lo que fue la muralla de Sevilla, entre la Puerta de Carmona y la Puerta Osario. Fue continuación del restaurante Becerra que regentó el padre del propietario de Becerrita, Jesús Becerra, de ahí el nombre del establecimiento.
El establecimiento, con una decoración muy cuidada que mezcla lo clásico con cierto toque innovador tiene terraza, barra y luego un comedor para tapear. A ello hay que unir varios comedores donde se come a la carta y a base de platos. En lo gastronómico estilo clásico con algunos toques de innovación. Famosa su ensaladilla y también las croquetas de rabo de toro. Suelen hacer varias jornadas gastronómicas a lo largo del año. Admiten reservas en la zona de restaurante. Buena carta de vinos. Postres de elaboración propia.
El sitio cuenta también con un original degustación a base de tapas y maridado con vinos.
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