Churrería y chocolatería familiar que recibe su nombre por la cercanía con el colegio de los Salesianos de Utrera, del que Don Bosco es patrón. Regentada en la actualidad por Antonio Fernández, el establecimiento se ubica en un quiosco de madera donde se elaboran churros de masa y de patata de manera artesanal. Los primeros son su especialidad, de un tamaño no especialmente grueso, crujientes por fuera y con abundante masa interior. También preparan cafés y chocolates.