El colectivo de tapatólogos La Gurmeroteca señala: Al cruzar las cortinas de Kinu, lo primero que escuchamos es  «Irrasshaimase», para darnos la bienvenida a este espectacular restaurante japonés con la madera y los tonos ocres como protagonistas. La tenue iluminación crea un ambiente mágico en el que se respira tranquilidad.
El local cuenta con una barra omakase para seis comensales y una pequeña sala decorada con sombrillas de tela abiertas. La experiencia de comer en la barra omakase es increíble, con un menú que varía según la época del año y lo que el mercado ofrezca.
Ver, durante aproximadamente 2 horas, al itamae Pedro González , es un auténtico espectáculo. La preparación y manejo de los ingredientes, la elegancia y delicadeza en el corte de los pescados y el orden y la limpieza continúa de la barra transmiten paz y tranquilidad.

Los tapatólogos realizan una crónica más detallada de su visita en su página en facebook. Pinchar aquí para verla.

Los tapatólogos acompañan su informe con la foto de arriba.