Punto de gran interés desayunístico en Cazalla de la Sierra que ha cumplido los 80 años de existencia. Comenzó con Antonio Atalaya, el tío abuelo de su actual propietario, Joaquín Atalaya, quien vendía botellas de litro por las calles cazallenses. Poco después abrió un pequeño establecimiento donde continuaba haciendo lo mismo, y como escaseaba el dinero, no había vasos, de ahí el nombre de El Litrón. Pronto se convirtió en lugar de encuentro.

Poco a poco fue ampliando el local hasta convertirlo en un bar que abrió sus puertas en octubre de 1942. Son tres las generaciones que ha visto El Litrón. Desde hace 38 años Joaquín está tras la barra, ahora acompañado de su mujer María del Monte Camargo. El establecimiento mantiene el aspecto original de los comienzos

Los desayunos son la única comida que sirven, aunque está abierto hasta la noche funcionando como bar. El pan que sirven está preparado en el propio pueblo: pan tradicional, molletes y pan integral. Para acompañarlo, ingredientes de toda la vida: manteca colorá, zurrapa, hígado de lomo, sobrasada, jamón…

María del Monte se encarga de las tostadas, de rallar el tomate fresco, y Joaquín está a cargo de los cafés. Entre los dos se han ganado buena fama en el pueblo y también cuando acuden visitantes de fuera con motivo de la romería de la Virgen del Monte en agosto.