Calle Aragón n. 44
Arcadio Chia y Dolores Ruiz pusieron en marcha el establecimiento en el año 1980. Luego han sido sus hijos, Antonio y José Manuel, junto a sus esposas, Marina Jarauta y Silvia Ramirez los que han continuado el negocio que incluso han han agrandado posteriormente convirtiendo un antiguo video club en un comedor.
El sitio tiene el encanto de los bares de barrio. Tienen barra y en el mismo salón mesas bajas para sentarse. Luego hay un segundo comedor de líneas más modernas. Desde el primer comedor se ve como trabajan en la cocina. Tienen expositores donde puede verse el marisco y algunos ahumados, además de vinos que venden de barril y también mosto. Para acompañar una carta amplia de productos, la mayoría de ellos se puede disfrutar por tapas. Hay frituras, aliños, algo de guisoteo o carnes a la brasa, aunque la oferta principal se centra en mariscos cocidos y a la plancha, ahumados y pescados fritos. Entre estos últimos algunas rarezas como las tarbinas, unos buñuelos de bacalao típicos de Dos Hermanas y casi desaparecidos, o unas gigantescas pavías de merluza, que, además, están muy buenas. El marisco, variado está bien cocido y también tienen algunos a la plancha. Suelen tener gambas, langostinos, cigalas, patas, bocas o cañaillas. Se pueden pedir por unidades con lo que la factura se abarata considerablemente. La relación calidad precio es muy buena y el trato familiar. El propio camarero te monta una mariscada al gusto al momento. Admiten reservas.
Precio: Entre 20 y 30 euros por persona.
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