Un clásico del centro de Sevilla. Uno de esos bares de toda la vida donde la comida es casera y a buen precio. Llevan abiertos desde 1975, y al frente están los hermanos Charo y Rafael Caro, con una legión de camareros atentos y eficaces.
Tiene dos espacios interiores diferenciados: la zona de barra y mesas altas, y el comedor, y fuera cuenta con una de las terrazas más demandadas, justo frente a la parroquia de San Andrés. En todo el espacio tienen la misma carta. Es famoso por poner el flamenquín más hermoso de Sevilla, con cerca de 600 gramos de peso, y por su tortilla de patatas. Ofrecen también desayunos y un menú del día con muchos seguidores. Admiten reservas.
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