José Márquez y Carmen García abrieron el establecimiento en 1985 en el mismo local que ocupan ahora. Ya empezaron a ganar fama por su pollo frito y su rabo de toro, dos tapas que mantienen en la actualidad. Ahora son sus hijos María José y Pepe Márquez los que llevan el establecimiento.
El local está en una especie de nave. De hecho se accede por una cancela como la de los garajes. Dentro una amplia barra y un salón pintado en blanco y decorado con diversos cuadros y objetos. Tras la barra algunos barriles de vino y en el comedor una chiminea que da calor a la estancia. En lo gastronómico se come a base de tapas y raciones. Es la misma para todo el establecimiento. Hay desde guisos hasta pescado frito pasando por algún aliño y carnes a la brasa. La relación calidad precio es muy buena. Postres de elaboración propia. En temporada tienen mosto, un vino joven muy popular en la zona. Admiten reservas.
Precio: Si se come de tapas se puede comer por menos de 10 euros. Si se toman platos la cosa sale entre 10 y 20.
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