Calle Evangelista n. 45-47
Antonio Guerra Vargas puso en marcha en 1989 este pequeño establecimiento en Triana, su barrio «adoptivo». El sitio tiene encanto y tiene estética de taberna con una barra presidida por barriles de vino de Villanueva del Ariscal que sirven directamente del barril. Además tienen vermú y vino de naranja.
En las paredes fotos del Rocío y relacionadas con los caballos, además de objetos antiguos que le gusta coleccionar a Antonio. En medio del pequeño salón un pozo. No hay mesas bajas, tan sólo banquitos para sentarse en la barra y algunas mesas altas, también con banquitos en la terraza. En lo gastronómico una treintena de montaditos tanto de chacinas como de ahumados y queso. Tienen nombres singulares y los sirven calentitos. Además algunas chacinas al corte. Los precios son bastante moderados. No admiten reservas ni pago con tarjetas. El sitio funciona con autoservicio, cada cliente recoge las cosas de la barra y se las lleva a su mesa de la terraza.
Aqui un reportaje en el que contamos más detalles y como se como en la bodega El Quema.
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