Manolo Infante Soto abrió el establecimiento en el año 1994. El nombre es un homenaje a su madre Josefa Soto.
El sitio tiene encanto. El salón tiene una amplia barra y su alrededor mesas bajas y algunos barriles que sirven como mesas altas. En una de las esquinas de la taberna está, hecha a escala, una reproducción de la parihuela en la que resaliza sus ensayos la cuadrilla de La Macarena. La parihuela, cubierta con un cristal sirve de mesa. De hecho los primeros jueves de cada mes se reunen en torno a ella la cuadrilla de la hermandad, cuya foto decora también los salones donde hay también alacenas con vinos y recuerdos cofrades. Tras la barra barriles que contienen jereces y también un Pedro Ximénez que traen de Montilla. La oferta de vinos a granel de la casa se completa con un vino de naranja y un mosto que traen desde El Condado (Huelva). En lo gastsronómico chacinas que traen desde Huelva y Extremadura. Hay jamón ibérico, cañao de lomo y un estupendo salchichón que sirven cortado a taquitos. Luego ofrecen montaditos también con chacinas y conservas. El más famoso es el que lleva solomillo al güisqui y jamón. Las papas aliñás de la casa se han ganado también fama.
El salchichón a taquitos, las papas aliñás
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