Cafetería especializada en desayunos y meriendas tradicionales ubicada en plena calle Sierpes, una de las arterias más típicas del centro de Sevilla. El espacio fue fundado por la firma cafetera a mediados de los años 50 así como otros varios bajo la misma marca que se repartieron por la ciudad. A los diez años, algunos de ellos se traspasaron a empleados interesados como fue el caso de Emilio González que se hizo con el de Sierpes. Actualmente lo regenta el nieto de Emilio, también llamado Emilio González.

El establecimiento se ha popularizado en Sevilla por sus picatostes y churros artesanales. Los primeros se elaboran siguiendo la receta clásica de pan asentado, mojado en leche y frito con canela y azúcar. Los calentitos, que son de los finos, provienen de una receta familiar que se realiza a diario y a mano. El chocolate caliente también lo elaboran de manera artesanal. Su café también goza de gran demanda.

Además, la cafetería oferta varios tipos de tostadas con pan prieto de la Algaba, siendo la más popular la de paleta ibérica de bellota.

No sirven almuerzos ni cenas. Los desayunos y meriendas de Café Catunambú pueden consumirse a cualquier hora del día.