El local se abrió en 1962 con el nombre de Er Caserio. En el año 1999 se hace con la gestión José María Díez que era uno de los socios. Con él se incorpora también al negocio su esposa Ana Guerra Castro. Desde el año 2015 se ha incorporado también al establecimiento, en las cocinas, Alejandro Díez Guerra, hijo de ambos.
El establecimiento tiene aires de taberna. Está en una calle estrecha en el centro de Sevilla y es pequeño. La barra comparte espacio con unas pocas mesas donde se degusta una cocina tradicional en tapas y en platos. Las paredes están llenas de cuadros, muchos de ellos de motivos taurinos. Muy buena relación precio calidad y se pueden encontrar en el establecimiento platos ya dificiles de ver en los bares como los huevos rellenos, la sangré encebollá, los higaditos o guisos de habichuelas. Admiten reservas.
Los higaditos de pollo, los huevos rellenos, la sangre encebollá
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