La que es la única fábrica de croquetas artesanales de la provincia de Sevilla fue fundada en 2013 en las instalaciones del antiguo Mesón Isla Tortuga de Gines por los propietarios del mismo: Rafael Galisteo y Belén Rodríguez.

Para hacer frente a la crisis, la pareja decidió reconvertir su negocio en una pequeña factoría familiar centrada en la elaboración de croquetas, producto que ya era su especialidad en su restaurante donde contaban con una veintena de variedades.

En la actualidad cuentan con medio centenar de croquetas diferentes algunas tan originales como la de bacalao a la vizcaína, pollo al curry, queso parmesano y tomate confitado, ajo confitado, lentejas con chorizo o fresas con mostaza. Venden más de 1000 kilos de croquetas a la semana, tanto para particulares como empresas.