Restaurante italiano basado en recetas tradicionales y populares aunque con un toque actual. Se trata de un proyecto de un empresario italiano que no desea revelar su identidad y que ha contado con varios cocineros de su país de origen para crear un establecimiento de inspiración monacal que cuenta con un amplio salón interior y una zona de terraza. A finales de 2020, el establecimiento pasa a manos de los empresarios Pablo y Rufino Parra y a las del chef Urbano González que, manteniendo las instalaciones y decoración, imprimen un nuevo toque a su cocina pegado a los productos de proximidad (más info, aquí). El sitio ha cerrado.
El sitio, situado en una amplia avenida, es muy luminoso. Tiene salón interior y destaca la terraza. En todo el espacio funciona la misma carta. Admiten reservas y tienen servicio a domicilio.
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