Jose Galvez puso en marcha el establecimiento el 17 de octubre de 1967 como una venta de carretera. La familia vivía incluso en el mismo inmueble. En el año 2002, ya con su hijo Pepe Galvez al frente, el sitio se transforma en bar y restaurante y pasa a llamarse Taberna El Cruce.
El establecimiento tiene encanto. Tiene una pequeña zona de barra, adornada con diferentes útiles de cocina y luego un par de salones decorados en estilo mesón, más un agradable patio interior con plantas y donde también se sitúa la parrilla en la que hacen las carnes. En lo gastronómico se puede comer con tapas en la zona de barra o a base de platos en el restaurante. Carmen Lourdes Ruiz Virola, la esposa de Pepe, realiza guisos de caza y de cuchara que son uno de los atractivos de la casa. Ofrecen conejo, venao, jabalí o perdiz además de guisos curiosos como unos rabitos de cerdo que guisan ligeramente aliñados o la lengua de toro guisada. En la parrilla hacen numerosos cortes de cerdo ibérico, abundante en la zona, y también vacuno. En temporada también tienen setas. La carta se complementa con ensaladas, pescados fritos y a la plancha o revueltos. Admiten reservas.
