José María Romero Parejo señala: Llevaba mucho tiempo con una visita pendiente al restaurante venezolano “El Arepazo”, tanto amigos, como familiares, como redes sociales… me recomendaban él visitarlo y por fin pude ir.
En mi búsqueda de sitios diferentes, de sabores nuevos o no tan nuevos, pero si fuera de lo habitual no entiendo porque no he estado antes en este restaurante especializado en comida venezolana. Tanto me gustó que la semana pasada lo visite con mi familia en dos ocasiones. He de decir que no solo la comida es buena, hago mención especial al equipo humano que allí trabaja, que están a disposición del cliente, grandes profesionales atentos que te hacen sentir como si fueras un cliente habitual del establecimiento.
Antes de ir escribimos al número de WhatsApp que aparece en su página para hacer una reserva de 4 personas y nos respondió muy amable Heidy indicándonos que estaba todo cubierto, pero que si queríamos nos podíamos desplazar al local situado en la C/ Otoño cerca de la C/ Doctor Fedriani y ponernos en la cola que organizan en el propio restaurante, que preguntásemos por Marlin ya que estábamos apuntados en esa lista de espera. Así que eso hicimos, nos desplazamos a la barriada de la Hermandad del Trabajo, llegamos a la calle Otoño y preguntamos por Marlin. Nos dio mesa casi de inmediato, empezábamos bien la noche.
El bar es un local no muy grande, pero al encontrarse en una calle peatonal la terraza que tiene en estas fechas es un gustazo sentarse en ella, y más si es por la noche.
Una vez sentados, con la carta en nuestros teléfonos mediante el código QR que tan popular se ha vuelto tras el Covid, mas todos los platos que me habían dicho que tenía que probar mis amigos y las recomendaciones del camarero empezamos a pedir.
De primero pedimos dos platos de tequeños, uno surtido y otro de queso, lo presentan en una cesta metálica muy coqueta con 6 unidades cada una y le acompañan dos tipos de salsas, de maíz y de alioli. Al partirlos se escucha como la masa se quiebra y el queso derretido que hay en su interior se estira tanto que al verlo no se puede evitar empezar a salivar, en el primer bocado notar crujir la masa hecha con harina y seguidamente la explosión de sabor a queso en la boca es un espectáculo y mezclado con la salsa de maíz ya es otro nivel. También para compartir pedimos un patacón mixto, tenía muchas ganas de probar el plátano macho frito, el plato lo compone dos tipos de carnes pollo y ternera mechada que descansan en una base de patacón y todo cubierto de queso rallado dando una presentación increíble. El plátano frito le da un sabor diferente un poco dulce además de un toque crujiente a la mezcla de sabores, la carne deshilachada sumada al intenso sabor del queso te sumerge en una mezcla de sabores que se diferencian perfectamente en el paladar haciendo de esto un plato diferente y sabroso.
De aquí no me podía ir sin probar el plato que le da el nombre al restaurante LA AREPA, pedimos dos tipos, mi mujer y mi hija se pidieron la arepa “El Arepazo” que está hecha con ternera mechada, frijoles negros, queso blanco y aguacate, mientras que yo me decidí por la arepa “Pabellón” que tiene también ternera mechada, frijoles negros, queso blanco, tajada de plátano maduro, huevo frito y aguacate. Al meter el primer bocado y sentir como cruje la masa sabes que estas comiendo una arepa autentica, la jugosidad de los frijoles unida a la carne deshilachada de ternera consigue que la arepa sea muy jugosa, el huevo da un toque suave y la combinación dulce del plátano con el toque algo salado del queso hacen una combinación perfecta, una asombrosa combinación de sabores. Tengo que resaltar la “estructura” o la “ingeniería”, por llamarlo de alguna manera, tal como montan los ingredientes consiguen que desde el primer bocado hasta el último puedas tener todos los sabores unidos en la boca.
Ya con la barriga bien llena no me podía marchar sin probar los batidos de frutas que allí preparan, además cuentan con una gran variedad. Me deje asesorar por el camarero y pedimos varios sabores, todos muy ricos, frescos, con una textura muy suaves y un sabor muy potente y refrescante por lo no puedo decantarme por ninguno en especial ya que todos me fascinaron.
Todo esto hace que sea un lugar que merece la pena descubrir.
El tapatólogo acompaña su informe con la foto de arriba.