Javier Ciezar señala: Ya era un buen sitio, pero las novedades le han sentado de maravilla. La Grazia italiano (Eduardo Dato, 23) cambia de manos y modifica conceptos para situarse como referente de la cocina italiana en Sevilla. Servicio de sala propio de restaurante de nivel, buena bodega con precios contenidos y una propuesta gastronómica que dignifica la tan maltratada cocina italiana fuera de Italia.
Antipasti con materia prima de calidad, pastas frescas al punto, pizzas con masa madre (de cultivo natural, 48 h. fermentando), postres artesanos y fuera de carta sorprendentes. Otro de sus puntos fuertes es la coctelería, y para la sobremesa trabajan licores de alta gama que nada tienen que ver con el limoncello de venta de carretera que suele reinar en los aspirantes a restaurante italiano. Gran terraza y amplia sala, cumpliendo impecablemente las medidas anticovid.
Schiacciata -una versión toscana de la focaccia, más delicada- de verduras asadas con burrata fresca. El horno da a las verduras un punto único…
Carpaccio de magret de pato con boletus y parmesano, una delicia
Antipasto con speck, coppa y mortadela, con pan carasau (una lámina fina y crujiente)
Tagliattelle ragú. Nada que ver con la típica boloñesa de carne picada. Esta se hace al estilo de Bolonia, con una carne que, por su calidad, prácticamente se deshace en hebras. Sorprendente
Spaghetti a la carbonara, con guanciale y pecorino. No confundir con spaghetti a base de nata, bacon y queso barato. Impecables
Pizza La Grazia, con tomate San Marzano con DO, mozzarella, shiitake confitadas, parmesano, guanciale, huevo y rúcula. Adictiva
Tarta de queso viejo, muy cremosa y llena de sabor. Les pediría que probaran a hacerla con gorgonzola…
Tiramisú. Olvidad esas bombas industriales que solo saben a café. Este es elegante y ligero
Licor de hierbas Bénédictine. Un descubrimiento. Merece una sobremesa reposada
El famoso horno Marana. Un prodigio capaz de cocinar una pizza en 90 segundos
El tapatólogo acompaña su informe con la foto de arriba.