El flamenquin es una disciplina dificil y cuando se encuentra uno en condiciones produce al tapatólogo una sensación de paz empanada. Este es el caso del flamenquin de La Cazuela, un sitio de comida preparada situado en Pino Montano y que realiza una versión muy lograda de este clásico del tapeo sevillano. Su principal virtud es el crujientito del empanado, algo que aún tiene más mérito teniendo en cuenta que lo tomamos en su servicio a domicilio. Además del empanado, de los de matrícula de honor, el cilindro está jugoso por dentro con una filetes de lomo finos y un poco de queso en su interior, además de unos matices (dirian los finos) de pimientos coloraos de asar. El flamenquin lo acompañan con un salmorejo que también preparan ellos mismos y unas patatas fritas. La pieza sale a 4,80 euros (precio a diciembre de 2020).
En la actualidad el sitio está cerrado temporalmente.