El primer paso para que algo te guste es que entre por los ojos y la verdad es que los bizcochos de Tragus, la primera batalla que ganan por goleada es la de la estética. La presentación es muy coquetona. Los bizcochos son pequeños, de entre 300 y 400 gramos y el nuestro cayó en una sentada porque son muy agradables. Vienen dentro de un papel de estos que se pueden meter en el horno así como arrugados y luego rodeados por un circulo como de madera finísima. Pero lo bueno es que no es sólo la presentación lo que vale la pena. El bizcocho es esponjoso y, sobre todo, tiene un sabor muy agradable, con unas almendras y algo de azúcar glass, como decoración. El autor de la obra es el maestro pastelero Pablo Camacho que utiliza para hacerlo la receta de su abuela Mercedes Alvarez. Lleva aceite de oliva y de girasol, para suavizar su sabor, huevo, harina, azúcar y un poquito de impulsor para que se ponga esponjoso. Además del bizcocho de toda la vida tienen también otro más curioso en cuya masa introducen plátanos muy maduros, de los que se ponen oscuritos, para que así le den más dulzor al bizcocho.

El pastelero ha empezaro a realizar estos bizcochos desde que tien su nuevo despacho en la zona de Los Remedios. El bizcocho normal sale 6,50 euros (precio a enero de 2021)

Así viene presentado el bizcocho. Foto: Cosasdecome