La ración es generosa, casi es preferible pedirla para dos, aunque teniendo en cuenta el punto que logran con el filete te lo comes entero casi sin darte cuenta. Manuel Bejarano, el propietario de este popular establecimiento de la zona de Triana, señala que utilizan indistintamente atún de aleta amarilla o atún rojo «dependiendo de que lo que encontremos bueno en el mercado pero preferimos poner atún simplemente en la carta». Lo cierto es que en el restaurante consiguen un punto magistral de jugosidad con la pieza. La hacen primero a la plancha y luego la terminan en el horno suave. Queda muy jugosa y tierna por dentro. La parpatana es una zona cercana a la cabeza del atún (más información aquí). Para acompañar unas verduras al dente, levemente cocidas y terminadas a la plancha y una especie de crema de patatas muy suave que viene muy bien de contraste con el atún. El precio del plato, que estaba fuera de carta, era de 22 euros.