José Javier Plaza, el propietario y fundador de La Pulchra, señala que comenzaron a servir las papas bravas como una manera de atraer a los clientes. «Se regalaban y se siguen regalando cuando el cliente pide la primera bebida, al estilo de lo que hacen los bares de mi tierra León»…y bien que ha conseguido la tapa su objetivo porque cada semana se sirven en este establecimiento situado junto al Sánchez Pizjuan unos 200 kilos de patatas bravas. Los clientes no se conforman con la tapa que les ponen al llegar sino que después la piden por raciones para seguir disfrutándolas. Están muy ricas. Es de esos platos viciosillos que empiezas y no paras. Las patatas van impregnadas de la salsa que se pegan al tubérculo mejor que un abrigo de visón. José Javier señala que las empezaron a poner en la casa de Castilla y León el primer bar que regentó en Sevilla y luego siguieron en La Pulchra que fundaron en 2010. Desde entonces no se han movido de la carta. Utilizan patatas «que tengan humedad, que no sean secas para que luego queden jugosas». José Javier señala que «me enseñó la receta una cocinera e León que la hacia en el bar Iguazú». Las patatas, partidas en trozos generosos se pochan primero a fuego suave en aceite y luego se frien a fuego fuerte cuando se van a servir.  La salsa que llevan por encima está realizada con mayonesa, tomate, ajo y pimentón picante. Las patatas, y esta es otra característica que difene a la tapa, van impregnadas de la salsa, no sumergidas en ella. La tapa sale a 3 euros (precio a mayo de 2023).

Tres de papas bravas con su puntito picante… y mucha personalidad

José Javier Plaza con sus famosas papas bravas. Foto: Cosasdecome