Ejemplo real de que unos huevos rellenos no tienen porqué ser emgollipones. La versión de La Flor de mi Viña de esta tapa casi desaparecida es sobresaliente. Son dos mitades de huevo. La clara se rellena con una mezcla de atún en aceite desmigado y una salsa tipo coctel realizada con un tomate hecho por el propio restaurante. Por encima la yema picada del huevo y un poco de lechuga partida muy fina. El toque magistral un pegotón generoso de la mayonesa de la casa, que elaboran ellos mismo y que es de una cremosidad extrema, exquisita ella sola. La versión de este clásico comenzó a realizarla la cocinera Mercedes Ortega hace una década y desde entonces no se mueve de la carta. Se acompañan con unos picos tambien memorables de la panaderia Artesania Rocionera de Rociana del Condado (Huelva). La tapa sale a 3 euros (precio a noviembre de 2020)

El descubrimiento pertenece a la ciencia:

Arqueotapatología: Ciencia tapatológica que se ocupa del estudio de las tapas en peligro de extinción como es el caso del coctel de marisco. En este caso cabe resaltar, además, que lleva piña, otra características aún más rara de encontrar hoy en día. ¿Quiere saber más de la arqueotapatología) pulse aquí.