Valentín Gutierrez Velarde fundó Casa Valentín en el año 1956. Venía desde el Valle de Liébana (Cantabría). A él le sucedió su hijo Felipe, que junto a su esposa, María Pozo, que fue cocinera del establecimiento, darían un gran prestigio al establecimiento. Desde el 1 de noviembre de 2014 es José María Gutierrez Pozo, hijo de ambos, el que dirige el establecimiento. Más info, aquí.
Restaurante de materia prima, en el que se come a lo clásico. Decoración sin muchos elementos en los dos salones. En el primero varios trajes de toreros cedidos por amigos de la casa. En el segundo pinturas muy coloristas, muchas de artistas locales. El establecimiento tiene dos comedores, uno de ellos con una pequeña barra, más terraza. En total capacidad para unos 120 comensales. Las mesas tienen manteles de hilo y las servilletas están grabadas con el escudo del establecimiento. No hay tapas, se come a base de platos. La cosa empieza por un buen jamón ibérico que sirven en raciones y acompañado de un mollete «zajao» con aceite de oliva. También gambas y langostinos de Huelva y pescado también mayoritariamente de este puerto, aunque también suelen tener bacalao y pescados fritos como puntillitas, chocos o, cuando los hay, calamares de potera. En lo que a las carnes se refiere también cordero, como otra de las estrellas de la casa además del arroz con perdiz. Bodega de vinos bastante cuidada y de la que se encarga el propio José María. Postres de elaboración propia. Admiten reservas. Muy conocidos sus menú del día
Panidaje: Pan de bollo y picos de la panadería El Limonar de Utrera. Con el jamón ponen unos molletes «zajaos» que aliñán con aceite de oliva virgen extra.
Precio: Entre 20 y 30 euros por persona.
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