Parece que el local ya funcionó como taberna y con el mismo nombre desde principios del siglo XX. Cerró en el año 1950 y reabrió como bar en 1985 de la mano del hostelero Pepe Gutiérrez (aquí más información sobre la historia del sitio) que posteriormente ha puesto en marcha también otros dos negocios, la bodega de Alfalfa y Casa La Viuda. En la actualidad es el hijo de Pepe, Alberto Gutierrez el que regenta el grupo.

El establecimiento es amplio y con una decoración muy atractiva que combina los aires de taberna, pero renovado. De hecho el local fue completamente remodelado en el año 2007. Cuenta con una amplia barra, donde se exponen las especialidades, entre ellas una curiosa fuente que se mueve continuamente y donde está el bacalao al pil, pil, una de las especialidades de la casa que rinde culto a este pescado. En el mismo salón también hay mesas y luego una amplia terraza. Se come a base de tapas, en la barra y en el interior del bar y platos en la terraza. El estilo gastronómico es de corte clásico, con una carta abundante. La carta de vinos también está cuidada. No admiten reservas. Cuando llegas al establecimiento te apuntan en una lista y cuando las mesas se van quedando vacías te acomodan.

Precio: Entre 10 y 20 euros por persona.

Vista de la barra de la bodega Dos de Mayo. Foto: Cedida por el establecimiento