El establecimiento lo fundó en el año 1967 Diego Gómez Rubio al que apodaban como «El cano» por un antepasado que era muy rubio, con el pelo casi blanco por lo que le pusieron este mote. En el año 1994 se hace con la gestión Gabriel Rubio García que decidió mantener el nombre del establecimiento y que lo regenta en la actualidad. También se ha incorporado ya la segunda generación de la familia con José Fernando Rubio.

El local tiene encanto. Tiene una barra y un salón adjunto donde están los barriles con el mosto que venden durante todo el año. Fuera una terraza.  Tienen también otro salón en un primer piso que abren cuando hay mucha clientela. El sitio, con aires de mesón, está decorado con aperos de labranza y objetos antiguos. En lo gastronómico se come a base de tapas, medias y platos que sirven en todo el local. La mayor atracción del sitio son los guisos que elabora Gabriel Rubio que borda recetas como el menudo, las espinacasa con garbanzos o la carrillada. También muy solicitadas las pavías de bacalao y el arroz que hacen los domingos.

Precio: Si se come de tapas menos de 10 euros. Si se comen raciones entre 10 y 20.