Calle Cardenal Rodrigo de Castro número 29 (ver en el mapa)
Bar con historia. Lo abrió Protasio Verdugo en 1939 como un despacho de vinos en la barriada de Ciudad Jardín de Sevilla. Luego pasó a su hijo que fue quien introdujo las tapas y los caracoles que tanta fama le darían y en la actualidad lo regentan sus nietos Patricia y Pedro Verdugo. En 2019 se han hecho también con la gestión de Casa Prieto, en la Gran Plaza (más info, aquí).
El local conserva intacto gran parte del mobiliario y la esencia del establecimiento primigenio. Cuando comienza el buen tiempo sacan a la pequeña terraza sus míticos barriles a modo de mesas para consumir chacinas, sus también famosas papas aliñás y mariscos.
Especialmente demandados son sus caracoles, que los sirven además con un toque peculiar ya que le ponen por encima un poco de sal y aceite de oliva.
En invierno la carta cambia y se centra más en tapas tradicionales con la carne de caza como protagonista. También elaboran sangre encebollada con la misma receta que la hacía el abuelo Protasio Verdugo.
Los caracoles y la sangre encebollada.
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