Barriada Las Marismas sin número.
Manuel Romero Mena regenta este kiosko situado en una plaza junto a la carretera que cruza La Puebla. Manuel no recuerda exactamente cuando comenzó a gestionar el establecimiento: «Hace unos 25 años, creo». Antes había pertenecido a otro dueño que fue el que le enseñó algo de la técnica de hacer churros «aunque yo también he aportado mis cosas». Lo de Catarrá viene por el apodo de su abuelo al que llamaban así en el pueblo por qu ese acatarraba con frecuencia.
El kiosko tiene una pequeña barra por donde se despachan los productos y luego una terraza donde sirven los desayunos y luego también el tapeo. El principal atractivo son los churros de masa, tipo calentitos, que ponen por las mañanas, aunque los fines de semana (sábados y domingos ) también hacen churros de papa. En ambos casos los preparan también para llevar. Lo acompañan con chocolate caliente o con café. Tienen también pan para desayunar con productos para untar. Al mediodía algunas tapas frías de queso o chacinas. Hacen una excpeción, los jueves, para servir sus famosas alitas de pollo fritas, que solo sierven ese día por la noche. Manuel señala que surgió como una tradición y la han mantenido.
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