Pequeño establecimiento de productos italianos especializados en focaccias y croissants. Francesco Cester, veneciano  de 26 años abrió este negocio cumpliendo el sueño de tener un local de comida italiana fuera de su país natal, con la ayuda de su amigo Jacopo. Su nombre en latín significa «media luna», la forma de los croissants.  Se trata de un autoservicio con mesas para comer allí en mesas altas o para llevar. Todos los productos proceden de allí: café, cervezas, vino, fiambres… La idea es traer nuevas referencias por tiempo limitado que sean identificativas de las diferentes regiones de Italia y dejar aquellas que tengan más aceptación entre los clientes. Tienen desayunos dulces con diferentes tipos croissant (incluido uno vegano), que se rellenan al momento. Las focaccias tienen 72 horas de fermentación, de tipo crujiente y fino y tienen nueve combinaciones de ingredientes como la Deliziosa con jamón, mozzarella di bufala y tomates secos o la Gorda, con porchetta, queso taleggio, pimientos a la plancha y crema de trufa.

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Fotos cedidas por el Blog Tubal