La familia Páez, dedicada a la hostelería, son los promotores de esta hamburguesería que funciona como complemento al pub, discoteca y sala de conciertos de al lado. Ambos establecimientos comparten terraza. La idea era abrir un pub con ambiente motero y rockero de los años 70-80, a lo que luego se sumó el restaurante. La decoración tiene detalles de esa temática: vinilos, piezas de motos, guitarras eléctricas… En la carta, además de hamburguesas, sirven tacos, entrantes, platos combinados y carnes a la parrilla. Sirven desayunos tradicionales y modernos. Tienen servicio a domicilio y para recoger. Los fines de semanas hay conciertos de rock y pop rock en el pub.