El plato llega presentado en una especie de cubilete, como los que sirven para enfriar el vino, lleno del arroz de la casa. La cosa, una versión virtuosa del arroz tres delicias, es muy generosa y eso que hemos pedido media ración. La presentación es de lo más llamativa. No hay sólo arroz blanco, sino también un arroz largo de color rojo. Lleva también tropezones de piñones y el toque más exótico está por encima, donde ponen una carne seca de cerdo deshilachada y cubierta con una esspecie de caramelo. El plato es extraño, pero está muy rico y es, además, de esos platos que no paras de comer, porque es ligero y agradable. El arroz está muy suelto, en su punto de dureza y el sabor resulta ligeramente dulce.
Pero lo que más puede llamar la atención de este plato es que lleva «churros», churros chinos, que son muy parecidos a los españoles ya que están hechos también con agua y sal. En este plato se utilizan tras una doble fritura «para que queden muy crujientes». Primero se frien enteros, en tiras, que recuerdan mucho al aspecto de los calentitos sevillanos, y luego se cortan en rodajas y se vuelven a freir hasta que quedan crujientes. Entonces se mezclan con el arroz. El plato sale a 9,80 euros (precio a octubre de 2021).