Atención a esta versión del pollo frito, otro clásico de los bares de Sevilla, aunque aquí se «ajaponesa» y está bastante alejada de los clásicos. El pollo va sin huesos. La carne se macera en limón y jengibre y luego se frie en un rebozado que lleva una mezcla de harina de trigo y maizena y huevo batido. Para acompañar una salsa picante. Las piezas resultan muy jugosas, de esas frituras que son adictivas. La obra es del cocinero Gonzalo Bautista. Se acompaña con picos de la firma Obando de Utrera. La media ración sale a 8 euros (precio a abril 2022).