Versión poco académica de las gambas al ajillo, pero que logran un grado de exquisitez bastante grande. En primer lugar sustituyen las gambas por gambones gordos pelados. Estos se presentan sobre la salsa, esta si, bastante fiel al origen, realizada con aceite, ajo y su toque de guindilla lo que permite realizar una de las grandes ventajas de este plato, además de comerse el marisco, el rebañazo a discrección.  Como segundo toque innovador el plato lleva unas láminas de aguacate, lo que contribuye a descansar el paladar, ante tanta intensidad marisquerea y rebañera. El plato es un clásico de este restaurante. El plato sale a 8 euros (precio a enero de 2021).