Tercer establecimiento del asador La Perdida que, tras sus aperturas en Alcalá de Guadaíra y Sevilla, crea un nuevo concepto gastronómico basado en las carnes, arroces y asados al horno de leña en plena naturaleza. Concretamente el espacio se encuentra en la finca La Perdida en la que el empresario Sergio Martín cría a sus propias vacas charolesas junto al río Guadaíra.

El establecimiento se emplaza en una choza campera rehabilitada con capacidad para una veintena de personas en el interior y unas treinta en la terraza exterior. Se usa actualmente para celebraciones.