No es una versión clásica del Risotto. Es un arroz ligero, que se hace muy agradable de comer y que tiene muchos sabores, que te hacen ir de a un lado a otro pero en vez de montao en avión, montao en arroz. Lo tomamos en el Burro Canaglia de Nervión y con el valor añadido de lo agradable del sitio con una estética tanto en el local como en los platos bastante cuidada. Jesús Laborda, uno de los propietarios de este grupo empresarial que tiene varios locales en Sevilla, señala que el plato lo introdujeron en carta hace menos de un año y pretende ser un guiño del establecimiento al wok asiático. Burro Canaglia tiene un apartado en sus cartas dedicado a los risottos, la versión italiana del arró. Para todos ellos utilizan arroz tipo Carnaroli, el típico de esta preparación y añaden mantequilla al guiso, otra de las características del plato. Por lo demás este arroz indonesio se aparta del típico risotto italiano entre otras cosas porque el arroz está mucho más suelto. Los granos van salteados con verduras como calabacines, pimientos rojos y verdes y setas shitake que combinan también con mango, también pasado por la sartén. Todo esto se hace a fuego fuerte con un fondo de carne y salsa Hoisin, una salsa típica de la cocina oriental que recuerda a la barbacoa y que es a la vez dulce y picante. Por encima del arroz el plato lleva un trozo de pechuga de pato cortada muy fina y pasada también por la plancha con esta salsa. Para terminar la faena el toque exótico del sésamo negro e Ito Togerashi que no es el nombre de un jugador chino de tenis, sino un condimente oriental que son como unos hilitos muy finos de pimiento rojo y que dan mucho color a los platos. El plato es de esos que cae del tirón, casi sin que hables con tus acompañantes de mesa. Para acompañar unos grisini italianos y unas rebanás de pan del obrador Tragus de Sevilla. La media ración, que es lo que nos comimos sale a 6,10 euros (precio a julio de 2020).