Una de los grandes atractivos de esta ensaladilla es su amplia presencia de tropezones, algo que se agradece en una ensaladilla amariscada, como es el caso. Utilizan gambones partidos en trozos de generoso tamaño y que se alternan con zanahorias, patatas y huevo duro. El cocinero Javier Padura, creador de esta versión de la ensaladilla señala que el gran secreto de la ensaladilla está en utilizar patatas de Sanlúcar de Barrameda y aliñarlas, cuando aún están calientes con aceite de oliva virgen extra, antes de echarles la mayonesa. «Esto hace que queden más jugosas» señala el cocinero. En el lado amayonesado utilizan la mayonesa de Ybarra. El toque final es también ponerle por encima un poco aceite de oliva al servirs en la mesa, momento también en el que se decora con unos trozos de regañá de la firma Obando de Utrera, de acreditado perfil ensaladillista. Javier Padura señala que la ensaladilla la sirven desde el año 2008, cuando abrieron el restaurante. En su otro establecimiento en la provincia, Cotidiano, en Sevilla, también sirven una ensaladilla similar, aunque por encima le ponen unas gambas cristal fritas. El plato de ensaladilla de Casa Alta, que tiene el tamaño más o menos de una media ración sale a 5,50 euros (precio a agosto de 2022).
Aproximación a la realidad ensaladillística de la provincia de Sevilla (leasé con picos)