El plato te atrapa ya en su presentación. Viene en una perolita de esas de color negro y dos mangos, por si necesitas agarrarte de la impresión. Para disfrutar de la sopa te ponen también una cuchara de madera que le da «calor a la cosa». La sopa tomate es de libro: pan asentao, tomate frito, pimiento colorao en trozos y su mata de hierbabuena. Ramón López de Tejada, el gerente de la abacería, señala que el plato lo tienen fijo en carta desde el año 2008, aunque ya antes lo ponían también ocasionalmente. «Lo dejamos fijo a petición de los clientes» señala el hostelero que afirma que la receta que utilizan «nos la dio una señora de Cádiz». Usan pan «asentao», es decir pan duro, del tipo «prieto». Se parte a pellizcos, incluida la corteza y se deja que vaya «chupando» el tomate frito. En este caso utilizan el de la firma «El Guiso» de Cabra (Córdoba) «porque es muy bueno». La sopa llega bien caliente, como mandan los cánones y está en estado cremosita, dejándose notar la hierbabuena, que es como el sello de identidad de este plato. El perolito sale a 5,90 euros (precio a febrero de 2022).