Masa de esas que casi se te derrite en la boca. A la untuosidad del queso de la torta del Casar se une la suavidad de la bechamel que hacen en el establecimiento. El resultado son unas croquetas muy cremosas por dentro y crujientes por fuera. El queso está utilizado con armonía y no sabe demasiado fuerte, por lo que te comes una ración con gran facilidad. Para acompañar picos de Obando de Utrera. Se pueden tomar por tapas a 3,50 euros o en un surtido a 14. Paco Jiménez, que en la actualidad dirige el establecimiento señala que las incorporaron a la carta hace poco más de un año. Incluso tienen una sección en la carta dedicada a las croquetas y en la que ofrecen hasta 8 tipos diferentes. Las de torta del Casar son generosas de tamaño y cilíndricas de forma.

Aquí un recorrido por algunas abechameladas que vale la pena probar en la provincia de Sevilla