Crujiente, como manda el libro de estilo del «paviismo». El rebozado es grueso, pero sabroso. Lleva un poquito de cebolla y ajo, además de cerveza para que aquello se ponga en textura almohadillada. Por dentro bacalao en porción generosa, jugoso y laminado. La fórmula magistral la elabora el cocinero Ramiro Expósito que lleva ya más de 20 años en las cocinas de la bodega Góngora. Utilizan harina «Yolanda» para el rebozado. Se sirven por tapas, medias y raciones, acompañadas con un pegotón de dimensiones moderadas de alioli o de salsa tártara.

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Seis ejemplos del arte de pavía

Catorce de bacalao, el pescado más sevillano