Se pone a hervir (el doble de la capacidad del vaso) de agua con cascara de naranja y limón, anís en grano y clavo en grano se deja cocer un rato y lo colamos para reservar.

En un perol, se miden 5 vasos de aceite, la cantidad de masa dependerá del tamaño del vaso. Se fríe en él un buen rato cascara de naranja y limón.

En un recipiente, que no sea de plástico, pondremos un vaso del agua hervida, reservamos el resto por si tenemos que matizar la masa. Pues si se nos abren los pestiños al freírlos, añadiremos un poco del agua reservada para rematar la masa. Una vaso de vino blanco, y otro de aguardiente seco, siempre del que tengamos como medida, canela molida una punta de clavo, un poco de sal, una punta de cucharilla de café de bicarbonato.

Se baten todo un poco y se agrega el aceite frito, aún caliente. Bate todo muy bien y le va agregando la harina que admita y amasaremos hasta conseguir una masa blandita y uniforme. Se deja reposar un rato tapada con un paño y mientras ponemos a calentar el aceite. Se cogen bolitas, se alargan en la palma de la mano y se doblan para hacer un canutillo. No hace falta que estén finos. Se fríen en aceite abundante muy caliente para posteriormente les pasmos por miel que habremos calentado.

Podremos, sustituir la miel por azúcar con canela