La venta situada en la nacional IV, famosa por sus desayunos con molletes de Marchena y su cesta de Reyes, incorpora ahora también calentitos a su oferta que se hacen en un perol situado a la vista del público
Son calentitos, churros de los gordos. Te ponen tres buenos trozos en la media ración y cinco en la ración completa. Desde la impresionante barra de El Paisano, 25 metros de larga, se ve como los hacen ya que el perol donde los elaboran está a la vista del público.
Juan Luis Cadenas, el gerente de El Paisano, señala que los incorporaron a su oferta el 15 de abril tras recibir formación de churreros de prestigio. De realizarlos se encarga Isabel Salcedo y se pueden acompañar también con chocolate caliente que se mantiene perfecto en un depósito situado cerca del perol donde se frien los churros.
Juan Luis señala que «ahora cuando llegue el invierno quizás los pongamos por las tardes pero por el momento los tenemos todos los días de 8 de la mañana a 12 del mediodía. Los calentitos se sirven en bandejas y la ración sale a 1,80 euros con cinco piezas, mientras que la media, con 3, sale a 1 euro. Los churros se realizan en ruedas de la que se van cortando los trozos de tamaño generoso. El chocolate caliente sale a 1,70 euros.
De esta manera el establecimiento refuerza aún más sus ya atractivos desayunos que se basan en los famosos molletes de Marchena que les suministra la firma La Abuela Chelo. Lo más solicitado es pedir el «paisanete», un mollete de Marchena relleno con jamón ibérico de Jamones Benito de Arahal, aunque también los tienen con aceite de oliva virgen extra que le suministra la firma Ilipa de Olvera o diversos tipos de mantecas, mantequillas y patés.
Juan Luis Cadenas, el gerente de El Paisano e Isabel Salcedo, la maestra churrera de la casa posan junto a un cartel colocado en el establecimiento anunciando la llegada de los churros con chocolate. Foto: Cosasdecome
También ofrecen rebanás de pan de Las Cabezas y aquí es muy habitual tomarlo con aceite y tomate de Los Palacios. La oferta desayunista se complementa con ejemplares de buen tamaño de bollería como palmeras o cañas que traen desde Santiponce.
Los desayunos se pueden tomar en la barra y también en la terraza que tiene el establecimiento. Desde ambos lugares se puede contemplar la «cesta», otro de los aspectos que ha hecho famoso a esta venta ya que cada 6 de enero, coincidiendo con la lotería del Niño, entregan una descomunal cesta cuyos números, debido a lo famosa que se ha hecho, se pueden ya comprar incluso por internet. Ver aquí la página.
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