Junto a ellos, el cocido maragato y las migas se incorporan a la oferta gastronómica del establecimiento para combatir los días de frío.

 

En Sevilla, por lo general, se prodigan con carne en su interior, o bien habas, guisantes y jamón. Pero cuando el frío arrecia es costumbre en la antigua Abacería de San Lorenzo el recuperarlos siguiendo la tradicional receta de Lebrija. Se trata de unos alcauciles rellenos de huevo duro, chorizo y jamón a los que ya están habituados los clientes del establecimiento y con los que, junto a las migas o al cocido maragato, Ramón López de Tejada amplía su oferta gastronómica durante los meses de invierno.

Además del interior de estos alcauciles, el propietario de la antigua Abacería de San Lorenzo destaca que se cocinan con “ajos, cebolla, puerros, zanahorias, patatas en cascos y, por su puesto, su vino y los pelitos del troncho del alcaucil que es un espesante natural”. De esta forma, López de Tejada consigue una salsa “muy espesa y rica” que utiliza para cuajar huevos “por lo que tenemos un plato con dos tiempos o posibilidades”.

Los alcauciles a la lebrijana pueden consumirse en la antigua Abacería de San Lorenzo, según existencias y mercado, hasta que finalice su temporada, en torno a los meses de abril y mayo.

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