Julio Guerrero y Francisco Perea están a cargo de cocina y sala de este novedoso restaurante en Sanlúcar La Mayor. Su cocina es una fusión de la española y la internacional preparada con técnicas vanguardistas. Los cócteles son una parte muy importante de su oferta, ya que los maridan con la comida e incluso crean recetas líquidas propias fuera de carta.
La cocina innovadora se abre paso en Sanlúcar La Mayor con uno de sus representantes más populares del Aljarafe, el restaurante Estrambótiko. Desde su apertura en diciembre de 2021 el establecimiento se ha ido ganando al público, incluso al más clásico.
Estrambótiko nació de la mano de dos amigos de la infancia, Julio Guerrero y Francisco Perea, de 37 y 36 años. Julio está al frente de la cocina, aunque su formación ha estado orientada a la sala. Francisco está encargado del comedor, los vinos y los cócteles, muy importantes en su menú. Ambos tienen años de experiencia en hostelería, pero ha sido ahora cuando han decidido trabajar para ellos mismos en su propio restaurante.
Preparan cocina española fusionada con la internacional con técnicas de vanguardia. Introducen esferificaciones o ingredientes como salsas orientales en recetas tradicionales. Cuentan con una carta de unos veintiún platos, y juegan con cuatro o cinco fuera de carta que van introduciendo en el siguiente cambio de menú si han tenido aceptación entre los clientes. En lo que llevan en funcionamiento, han hecho cuatro cambios de carta para que el cliente no se aburra y tenga siempre algo nuevo que probar.
Alguno de los platos más demandados son las patatas en tempura con espuma de sriracha, la lubina en tempura o los niguiris de presa. Cuentan con una original ensalada de tomate, donde lo presentan en diferentes texturas. También ha ganado mucha fama la tarta de queso, que algunos califican como la mejor que han probado.
Cuando abrieron, algunos clientes les preguntaban si no tenían platos como los chocos fritos, a lo que ellos respondían que no sirven cocina tradicional, y tenían que explicar qué es la tempura y hacer un poco de pedagogía entre los más reticentes a probar cosas nuevas. Cuentan que muchos repiten una vez descubren nuevos sabores y texturas. Ahora ya cuentan con un público fijo que cada día es más grande.
Los cócteles forman parte de la experiencia de Estrambótiko. Los que están en carta son recetas propias. Quieren fomentar el aperitivo y maridar esos cócteles con la comida, por eso también crean uno o dos fuera de carta para maridar con las sugerencias diarias de comida. También los ofrecen después del postre o como sustituto de este, «un postre líquido» como ellos le llaman.
El local llama la atención por su decoración ecléctica. De hecho, el nombre de Estrambótiko es una referencia a ese caos divertido que se refleja en las sillas de diferentes estilos, los platos de diseño moderno, imágenes de perros con chaqueta y corbata… El resultado es fruto de la tormenta de ideas de los propietarios, sus parejas y amigos, que iban recopilando todo los detalles que les gustaban para plasmarlos en el diseño final.
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