Los vinos de Rául Fernández son de pequeñas tiradas, entre 18.000 y 1.200 botellas, y se comercializan especialmente en la provincia de Sevilla
Bodega La Margarita es a día de hoy la constatación de que los sueños, en ocasiones, se cumplen. Es la ilusión hecha realidad de un joven que hace 20 años tuvo la visión de que de su pueblo, Constantina, podría salir un vino que ganara medallas en Francia. Esa era la fantasía de Raúl Fernández, que 2 décadas después es una gran realidad.
En esta bella localidad de la Sierra Norte sevillana siempre ha habido una gran tradición con el mosto rosado. Ese fue el germen que enganchó hace 20 años al mundo del vino a Raúl Fernández, un por aquel entonces joven licenciado en Ciencias del Trabajo. Su familia mantenía lazos muy cerca noscon el único lagar que aún elaboraba esa rareza del mosto rosado tan endémica de Constantina, y ahí fue donde Raúl comenzó a enamorarse de la viticultura, naciendo Bodega La Margarita.
Ocho vinos diferentes
20 años después ya sacan 8 vinos diferentes, siempre con tiradas muy cortas, exclusivamente elaboradas a partir de las 10 hectáreas de viñedos que controlan directamente. Raúl confirma que “por principios, no compramos uva, porque queremos controlar el proceso desde el campo hasta el final, y aunque eso implique que los vinos se acaben pronto, es una renuncia que aceptamos de buen grado para seguir siendo fieles a nuestros principios”.
Aunque la bodega va creciendo, Raúl reconoce que “siempre lo haremos de manera muy controlada y con recursos propios, reinvirtiéndolo todo en ir plantando algo de viña cada año y comprando barricas cada vez de mayor
calidad”.
Desde hace unos días, ya está disponible en el mercado la nueva añada de su buque insignia, Zancúo, un coupage de tempranillo y syrah con 9 meses de barrica en roble americano y francés. A pesar de ser el vino de mayor producción de la bodega, su tirada no llega a las 18.000 botellas, por lo que teniendo en cuenta su reconocimiento y lo que gusta en Sevilla, suele estar poco tiempo disponible. Raúl lo califica como un tinto que “destaca por su suavidad, muy especiado y con la madera muy bien ensamblada”. Su mercado natural es la provincia de Sevilla, aunque ya empieza a verse con asiduidad en Córdoba y Cádiz, incluso con algunos clientes puntuales en Madrid o Canarias.
Su hermano mayor, también disponible desde este pasado miércoles, es Zancúo Selección Petit Verdot, del que sólo saldrán 1.200 botellas al mercado. Cuenta con 12 meses en barricas de roble francés, una uva de muy difícil manejo en el campo pero que parece que ha encontrado su hábitat natural en un pequeño viñedo constantinense en ladera con un terreno muy pizarroso y seco. Este vino, que destaca por la mineralidad que le aporta tan singular terroir, ya luce orgulloso 2 medallas de oro de un prestigioso concurso enológico en Francia.Finalmente, el último vino en hacer su aparición esta última semana es Cocolubi, el más alto de la gama de La Margarita. Tempranillo 100%, con 22 meses de roble asturiano, en su aún corta existencia acumula ya 2 años consecutivos elegido como mejor vino de Sevilla y también profusamente premiado en los siempre exigentes concursos de vinos en Francia. Se caracteriza por su capa alta, y una nariz con mucho regaliz y fruta negra, para entrar en boca con una gran amplitud y suavidad. Para hacerse con un ejemplar de esta demandada joyita sí que hay que correr, porque tan sólo salen 2.000 botellas al mercado y es un vino demandado solicitado por muchos aficionados.
Bodegas Margarita está en la Carretera Constantina – San Nicolás del Puerto, Kilómetro 5. Su teléfono es el 676848570