El local, que lleva poco más de un mes abierto, mezcla cócteles, aires brasileños y japoneses con swing y jazz en directo
Texto: Mónica Berasaluce
Al entrar en el establecimiento se puede tener la ilusión de estar adentrándose en un paisaje completamente tropical, como su propio nombre indica, ya que unas plantas verdes que bajan desde el techo te dan la bienvenida como en la propia selva. Jorge Martínez, chef y jefe de cocina, cuenta que estos vegetales están liofilizados, un proceso de deshidratado y posterior ultra congelación para que parezcan vivas. También hay una cascada al fondo de la sala con agua que se desliza por una de las paredes.
El concepto de Tropiqual nació de la unión de dos socios, el boliviano Helnut Fleig y Eduardo Iometti, italiano afincado en Sevilla. Ambos perseguían mezclar varios estilos de comida y bebida y salirse de lo convencional sevillano, del flamenco y el folclore. Quizás porque ya uno de ellos tiene el cupo de clásicos cubierto, siendo entre otros socios, el que está al frente de uno los sitios más típicos de Triana: La Primera del Puente, que pertenece a Iometti.
Desde que abrieron afirman que ya llenan los fines de semana. El secreto es, según cuentan, que están ofreciendo algo nuevo que su público aprecia: la versatilidad de poder desde tomarse solo una cerveza hasta picar algo, con cosas como nachos, patatas baby con cheddar, timbal de verduras con bechamel de almendras o sushi. Sin olvidar uno de sus puntos fuertes, como es quedarse a tomar una copa de sobremesa escuchando buena música. Ya que poder compartir la comida y charlar con amigos hace que la gente se sienta como en casa.
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