El local ofrece desde desayunos saludables hasta platos de inspiración oriental con la cocina abierta durante todo el día
Texto: Mónica Berasaluce
El grupo Spala cuenta ya con una arraigada historia y se ha encargado de ganarse la confianza del público sevillano y extranjero durante 36 años. Su trayectoria comienza en 1985, cuando el propietario, Andrés Escalona, abrió un bar que él mismo atendía. Según cuenta el encargado del nuevo espacio que acaban de abrir, La Malvaloca, Omar Belhaj, gracias a su compromiso con la calidad, el producto y la amabilidad y educación ante el cliente han conseguido crecer y contar hoy con cinco restaurantes y un equipo de más de 70 trabajadores.
Tanto es así que hace poco más de un año, Andrés Escalona, hijo del dueño, quiso apostar por una nueva visión hostelera con La Escaloná, en honor al apellido familiar, y hace pocos días también con La Malvaloca, el último proyecto del grupo. El objetivo es modernizar el concepto de bar sevillano sin olvidar los cimientos tradicionales, incorporando a la cocina de toda la vida elementos vanguardistas, incluso fusionando con toques de la cocina oriental.
Destacan por su horario de cocina ininterrumpido y afirman no cerrar ningún día del año. Apuestan fuerte con desayunos variados y saludables, tostadas distintas, mueslis con frutas e incluso avenas. A la hora de tapear, cosas como la ensaladilla de langostinos y bacalao (3,3 €), el risotto de boletus (8,9 € el plato) o su bacalao confitado con muselina de ajos negros (9,9 € el plato). Además, se atreven también a transformarse por las tardes con un estilo lounge y servicio de copas largas premium, enfocado tanto a un público extranjero como de barrio. Porque para seguir triunfando siempre se debe mirar al futuro, vivir el presente, pero sin perder de vista el pasado.
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