La quesería artesana de Cazalla de la Sierra ‘Flor de Cazalla’ lanza una nueva variedad de pasta blanda con cuajo vegetal, moho blanco y corteza comestible.
Crece la familia de quesos de elaboración artesanal con leche de cabra recién ordeñada de la quesería de Cazalla de la Sierra ‘ Flor de Cazalla’. Las variedades de cuajo vegetal de esta empresa han incorporado a un nuevo miembro: un queso de pasta blanda con moho blanco y de corteza comestible, muy cremoso en boca con un toque final de cierto amargor. “Es tan cremoso que se debe comer con su corteza que también es blandita y le confiere un gusto especial”, explica José Luis Aparicio, uno de los propietarios de la quesería.
Se trata, según Aparicio, de un queso que se deshace al degustarlo y que remata al final en el paladar “con el regusto amargo de los pistilos de un cardo, que es lo que se usa para cuajar la leche”.“Hemos intentado crear un queso diferente, siguiendo la línea de los que ya tenemos de cuajo vegetal pero con la peculiaridad de su alto contenido en humedad que hace que se funda a temperatura ambiente”, ha matizado el quesero de Flor de Cazalla quien asemeja su última elaboración con la conocida Torta del Casar extremeña, “aunque nuestra corteza no es dura y la suya sí”.
José Luis Aparicio califica su nueva variedad de pasta blanda como un “queso versátil” por una cremosidad que permite tanto que se unte en pan como que se consuma como producto único. Además, el estar elaborado con cuajo vegetal lo hace apto para el consumo de personas vegetarianas. “Y, lo principal, como siempre, es que es un producto de elaboración puramente artesanal, sin conservantes ni colorantes”
El último queso de Flor de Cazalla puede adquirirse en un formato de aproximadamente 350 gramos vía online a través de la web Aromas de la Sierra o en algunos puntos de venta de la Sierra Norte de Sevilla. José Luis Aparicio avanza que se encuentra en negociaciones para comercializarlo también, junto a sus otros quesos, en algunas tiendas gourmet de Sevilla capital.