En la localidad ya no hay viñedos, pero los hubo, y ahora llegan a los supermercados dos vinos que llevan el nombre de uno de los lagares más antiguos de la península, hallado durante las obras de metro.
Las obras de la Línea 1 del Metro de Sevilla sacaron a la luz restos de un pasado en el que San Juan de Aznalfarache prosperaba, entre otras cosas, gracias a su vino. Se trata de un lagar que los turdetanos construyeron en la antigua ciudad de Osset hace 23 siglos para sacar provecho a las vides que ocupaban las tierras del entorno del Cerro de Chaboya (actual cerro del Monumento). Con la llegada de los romanos el lagar se fue renovando y transformando y estuvo en uso al menos hasta el siglo I d.C.
«La presencia de este lagar en el cerro de Chaboya demuestra, junto a los hallazgos previos, que la antigua Osset fue una ciudad próspera que vivía del comercio y del vino», explicaban desde el Ayuntamiento cuando reinauguró el lagar, a finales de 2016. De ese vino, nada quedaba ya reaparecieron los restos arqueológicos: en San Juan de Aznalfarache no quedan viñedos. Pero la existencia de este pasado hizo que en el municipio quisieran revivirlo, y el resultado se pudo ver el pasado Fitur (la importante Feria de Turismo que se celebra cada mes de enero en Madrid), cuando se presentaron los vinos el Lagar de Osset, cinco variedades de vinos, elaborados por la Cooperativa Vinícola del Condado por encargo del municipio: blanco, vermut, tinto, solera y mosto.
Los vinos están elaborados a partir de una selección manual de uvas «posiblemente descendientes de las uvas que se utilizaban en el lagar de Osset en la época romana y siguiendo las técnicas usadas en la época turdetana y romana en el lagar», explicaba el Ayuntamiento. Para preparar estos vinos se llevó a cabo un trabajo de investigación para poder reproducir con la mayor exactitud posible las recetas usadas siglos trás y se recurrió a los mismos ingredientes naturales para que los sabores se asemejaran.
De momento, se pueden probar dos de los vinos. Vecinos y comerciantes acudieron el pasado mes de septiembre a la bodega para ser de los primeros en catarlos, y allí degustaron el Primus (blanco semidulce) y el Ossetanum (tinto edulcorado con miel y aromatizado con flores como violetas y rosas). Los otros dos Ceretatum (vino oloroso) y el Vermut Mulsum (edulcorado con miel y macerado con hiervas) se encontraban en proceso de elaboración y comenzarían a distribuirse a finales de año. Del mosto nada se dijo en esa visita.
Ahora, el público en general puede probar estos dos primeros vinos: desde el 4 de octubre están disponibles en los supermercados Carrefour y en los comercios de San Juan de Aznalfarache, ya que la Asociación San Juan Abierto ha sido impulsora fundamental para que la propuesta saliera adelante. El centro comercial de la cadena acogió a los vinos, a las autoridades y también a varios romanos (en la imagen de arriba) el día de la presentación de Lagar de Osset, en un expositor propio bajo el lema ‘Descubre San Juan’.