El bar Los Lilitos, que acaba de estrenar nueva ubicación en el número 40 de la visueña calle Tren, dispensa unos 60 barriles de Cruzcampo a la semana. La firma de cerveza lo ha reconocido como uno de los tres puntos que más vende de toda España.
Juan José Falcón pertenece a la cuarta generación de una familia hostelera del Viso del Alcor. Fue en el negocio familiar de la calle Rosario, el centenario bar El Lili, donde Falcón comenzó a interesarse por la cerveza. Ese oro líquido que le cautivó y sobre el que recibió los primeros consejos de su padre, José Antonio Falcón. Él le enseñó cómo tirar la cerveza y algunas recomendaciones que aún a día de hoy guarda a buen recaudo. Ellas y su formación autodidacta le han sido de una enorme utilidad. Hasta el punto que desde hace diecisiete años, Juan José Falcón regenta en el Viso el que es uno de los tres establecimientos que más cerveza Cruzcampo vende de España: la cervecería Los Lilitos. “El secreto para tirar bien una cerveza está en la práctica. Aunque siempre hay algo innato en la forma de hacerlo”, comenta Juan José, con una humildad que contrasta con el rimbombante título que ostenta su negocio.
Y es que Los Lilitos, pese a dispensar la friolera de 60 barriles de cerveza a la semana, es una cervecería discreta. Falcón y su esposa, Dolores Rodríguez, acaban de estrenar nueva ubicación en el número 40 de la calle Tren. Pequeña, muy pequeña. Con algunas mesas altas y paredes cubiertas de azulejos blancos, carteles y fotos con numerosas alusiones al cantante Silvio. “Soy un fanático suyo. Su hijo Sami para mucho por aquí”, revela Juan José. En ella, como en su sede anterior, solo se sirve cerveza porque, en palabras de su propietario” si se meten tapas el sabor de la bebida se desvirtúa” El único acompañamiento que Falcón permite es el de los clásicos altramuces, avellanas y aceitunas. «Como se ha hecho toda la vida»
Desde las doce de la mañana, hora de apertura del local, Los Lilitos es un constante ir y venir de personas en busca de su exquisita bebida de cebada. Siempre muy fría y con espuma rebosante. «Aquí han venido hasta alemanes porque sentían curiosidad de ver lo que hacíamos con las cervezas», explica María Dolores. Falcón las sirve con una agilidad inusitada depositándolas con un sonoro toque sobre la barra. Y siempre en vaso de cristal tipo tanque de 0,3 litros de capacidad, no hay más tamaños.
La demanda de cerveza va in crescendo por minutos. El pico en lo que a afluencia de público se refiere llega entorno a las 13:30-14:00 horas. «Entonces esto se convierte en un no parar. Da igual el día de la semana que sea». Este ha sido uno de los motivos de la mudanza del establecimiento hasta su nueva ubicación, que les ha permitido ampliar su capacidad de terraza con hasta quince mesas altas. «Aquí estamos muy a gusto y creemos que nuestros clientes también. Esperamos a todo el mundo con los brazos abiertos», concluyen los propietarios de Los Lilitos.
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