Su nombre es Clan Sibarita’s y pretende familiarizar a los sevillanos con este tipo de vinos de mínima intervención externa, a los que acompañan con quesos, ostras o salchichón de origen francés.
El vino natural es aquel que se elabora con la mínima intervención externa posible. Boris Pinneau y Sara Rodrigo los consumían con frecuencia en París y Barcelona, donde han desarrollado durante años sus carreras profesionales en el sector de la hostelería. Antes de la pandemia decidieron mudarse a Sevilla para exportar un modelo de establecimiento que aún no es frecuente en la capital hispalense: el dedicado a los vinos naturales. Así nació Clan Sibarita’s, un bar donde sus más de sesenta referencias de estos vinos son los protagonistas. El establecimiento se ubica en el número 4 de la calle Lumbreras, próximo a la Alameda de Hércules, y abrió sus puertas el lunes 22 de noviembre.
Fachada de Clan Sibarita´s. Foto cedida por el establecimiento
Acompaña a esta bodega una carta corta, en su mayoría compuesta por productos procedentes de Francia, de donde Pinneau es oriundo. Entre ellos se encuentran quesos, ostras, rillettes (similar a un paté blando y hebroso) o salchichón francés que se completan con chacinas ibéricas, mejillones, mojama o ventresca de atún. Todos ellos, según explica Boris Pinneau, tienen una función «de acompañamiento y maridaje para disfrutar al máximo nuestros vinos». De estos, la mitad también son de origen francés y el resto españoles.
El espacio, tal y como revela Pinneau, cuenta con cuatro mesas bajas y una alta de estilo parisino, barra y tableros junto a la pared con capacidad para 25 personas. «Buscamos crear un ambiente informal, con un servicio desenfadado, que haga entender a los clientes que estos vinos son para todos los públicos». Además de consumirse in situ, las botellas de Clan Sibarita’s también pueden adquirirse para llevar con un descuento de un 25 por ciento.
Boris Pinneau y Sara Rodrigo, propietarios del establecimiento. Foto cedida por Clan Sibarita’s
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