La famosa taberna de Sevilla Este amplía sus instalaciones, incorporando una cocina de mayores dimensiones y aumentando con ello su oferta gastronómica.
Su apertura en 2015 supuso una bocanada de aire fresco para el sector hostelero de Sevilla Este. Bocatti di Cardinale se presentaba como una taberna con toques de abacería, con una cocina minúscula pero cargada de productos gourmet y productos de quinta gama de alta calidad que hasta entonces no era habitual encontrar en establecimientos de la ciudad. La fórmula empleada por su propietario, Eduardo de Castro, ha funcionado hasta el punto de que el 3 de noviembre abandonaba su antiguo emplazamiento en el Mercado de Abastos de esta zona de Sevilla para estrenar nuevo local de 130 metros en las inmediaciones del Palacio de Congresos (Fibes). «Necesitábamos este cambio. El otro lugar siempre estaba lleno y se nos quedaba pequeño. Por eso hemos emprendido esta aventura», explica Eduardo, ilusionado.
La principal novedad del nuevo establecimiento: la presencia de una cocina abierta de amplias dimensiones que permitirá a Eduardo Castro y su equipo ampliar su oferta gastronómica. Y siempre haciendo honor a su nombre. «Sólo servimos exquisiteces», afirma con contundencia su propietario. Además, Bocatti di Cardinale recuperará platos como el flamenquín cordobés, la tortilla de berenjenas o las empanadas gallegas de marisco fresco que ya se sirvieron en alguna ocasión en el antiguo local. «Pero que no manteníamos porque resultaba imposible contar con tantas elaboraciones fijas en carta».
Además, el establecimiento mantendrá sus grandes clásicos que tanta fama le han otorgado a lo largo del último lustro: tortilla de patatas de Sanlúcar con salsa al whisky, croquetas de ingredientes varios, pasta fresca rellena de gorgonzola y nueces, torta con paté de piquillo y ventresca de atún o sartén de patatas fritas con huevo, tomate frito y gulas. Unas elaboraciones que se pueden consumir en un amplio salón de aire vintage , en palabras de Castro «decorado con mucho gusto para crear un ambiente agradable», o bien en una terraza próxima a una zona ajardinada apartada del tráfico.
Finalizado ya el traslado al nuevo local, nuevos proyectos rondan la cabeza de Castro. El propietario de Bocatti di Cardinale ha recibido ofertas para franquiciar el modelo de negocio de su establecimiento y en la actualidad estudia para llevarlas a cabo a medio plazo. «Todo se andará. Aunque ahora estamos centrados en esta mudanza que tanto nos ilusiona», manifiesta.
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